La pechuga de pollo es una carne blanca magra, con un bajo contenido en grasa. Es rica en proteínas y tiene un sabor delicioso. La pechuga de pollo con hueso es una carne aún más magra y tiene un mayor contenido en proteínas. Además, el hueso aporta minerales y vitaminas a la carne. Es una excelente elección para incluir en una dieta saludable.